Nacer 出生

Hoy paseando por la Gran Vía de Bilbao y en la salida del metro de Moyua al lado el precioso hotel Carlton  he visto esto de la foto...me ha costado reconocer qué es, pero ahora lo veo con claridad es una tajada de Bacalao al pil-pil

Nací en Bilbao hace ya una barbaridad de años, aunque ya llevo más de la mitad de la vida en Valencia, que es el sitio del mundo que más me gusta para vivir, pero se ve que la tierra tira de uno, porque cada vez que vuelvo a Bilbao, siento un gusanillo en el estomago ya cuando estamos bajando por la autopista.

Creo que Bilbao es especial, ha sabido sobrevivir y adaptarse con mucho a cierto a las diferentes situaciones que le a tocado vivir y a pasar del clima, que salen setas en los arboles de la ciudad en el mes de Junio

Están mezclando lo antiguo y lo nuevo con un arte genial, la pasión por lo propio es admirable, yo siempre me pienso que tengo locura por mis cositas y en este viaje me he dado cuenta que me debe venir en la sangre, es cosas de Bilbainos

 Hace falta mucho amor por lo de uno para ver en la ria con ese color algo bonito,

 pero lo vemos, ahora empiezo a entender porqué dicen que somos chulos, no es eso, es autoestima un poco alta, pero eso está muy bien, ayuda a sobrevivir.

Yo veo un Bilbao cada vez más bonito, me ha costado reconocer la plaza Jado, y eso que durante muchos años era la plaza donde cada día cogía el autobús para volver a San Ignacio, ¡Que tiempos aquellos!

Ahora con el Metro en un momento de nada te pones en Moyua, por cierto que desde la última vez, también han cambiado la estación y está super bonita, da la impresión de que estás paseando por la calle...y la mía seguro que es la peor foto de todas las que se le hacen.

Pero con todo mi cariño, os digo que Bilbao merece la pena visitar...No solo el Guggenheim,  hay que pasear por sus calles y sentarse en sus bancos a mirar la gente pasar y a escuchar sus amenas y alegres conversaciones...ese es mi pasatiempo favorito, durante este mes que estoy cuidando a mi padre y ya con el ganchillo y los hilos en la mano, casi perfecto, solo le falta un poco de sol, pero para todo hay gustos ¿no?