Qué curioso es todo, bueno mejor dicho, no entiendo cómo va la vida.
Resulta que ya la gente piensa de antemano que va a hacer con los regalos de estas navidades, ¿venderlos, descambiarlos?
Si ya sabemos que no nos va a gustar ¿Por qué no le decimos antes lo que queremos y punto?
Y si somos los que regalamos ¿es tan difícil saber lo que le gusta o necesita nuestro ser querido?
El problema, bajo mi humilde opinión, es encontrarse en la obligación de regalar, pero claro es que yo no entiendo que tenga que ser así, me parece mucho mejor regalar cuando ves algo que te trae a la cabeza a esa persona en concreto. Pero claro, la parte negativa de este sistema es que hay gente tan rara que nunca tendrá regalos, o gente que tiene de todo y entonces puede que le compres algo que ya tiene. En cambio hay personas entre las que me encuentro yo, que nos gusta e ilusiona todo, y entonces el problema es que te regalan demasiadas cosas y surge el sentido de obligación, a mi me gusta crear cositas y entonces no tengo tampoco problema para regalar. Y si no les gusta no pasa nada, me lo pueden devolver que ya hay otra persona a la que le gusta, porque hay gente para todo.
Lo último que me han regalado ha sido un jamón. Mucha gente piensa que eso no es un regalo, y a mi me parece el mejor regalo del mundo, pero ten cuidado que igual se me juntan dos, esta vez casi ha pasado. Hace dos semanas corté el hueso, y la semana pasada me han traído el jamón nuevo.
Está buenísimo por cierto, GRACIAS.
En cambio no me regales oro que no me gusta.
¿Te lo puedes imaginar? No me gusta el oro ni el marisco. Y digo que no soy rara.
Pero todos mis conocidos lo saben y ahora también todos vosotros.
Prefiero de regalo un jamón antes que un anillo, y una invitación a pan de nueces que a una mariscada.
¿Soy rara como un perro verde?
1 comentario:
¿Esta bueno el jamón?¿si?
Me alegro, jejeje
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