Seguimos babeando, coger un cubo porque las babas van a hacer charco, no sirve ponerse un babero ni aunque sea de plastico.
En estos momentos estoy a punto de explotar, porque el ciruelo está cargadito de los frutos más dulces y sabrosos del mundo mundial.
Son ciruelas rojas.
La pena es que muchas se caen, no se porque, y se rajan y si estén en el suelo algun tiempo enseguida reciben visitantes que no son de mi agrado, pero si del de las gallinas, prefieren las ciruelas con babosas que a solas, debe ser como comerse un huevo con patatas fritas.
Las ciruelas se caen pero no de maduras, ayer recogimos todas las maduras y esta mañana han aparecido en el suelo un montón.
Que pena y que alegría.
1 comentario:
Las ciruelas crecen en mi huerto,para que yo duerma con una sonrisa y amanezca con su dulce sabor en mis labios...
y pienso k las ciruelas son doble alegria una para vosotros y otra para las gallinas y la pena para los que nos quedamos sin probarlas ,,,,
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