sábado, 1 de enero de 2011

Sabroso 香喷喷 xiāng pēn pēn

¡Qué rico!
Hace solo unas semanas hablamos mi amiga y yo, que ya no se vendían castañas asadas en las calles. Y mira por donde en mi viaje a Bilbao descubrí, que sí se venden y además han progresado, antiguamente la imagen del vendedor de castañas, era una persona muy mayor, que se resguardaba de las inclemencias del tiempo, bajo los balcones o tejadillos.

¿Qué os parece este carrito?
Todos los vendedores que he visto en esta semana, eran de treintaytantos y de origen Pakistani.
Y no he probado las castañas porque... ¿engordan?
¿Las servirán en cucurucho de papel o esto también ha cambiado?
La verdad es que no vi a nadie comprando ni comiendo castañas.
¿Serán de adorno estos carritos?
Es que tampoco olía, y la verdad es que antes sabias que había una castañera cerca, por el agradable olor que se extendía por toda la calle.
¿Será un olor desagradable?
Esto de los olores también es muy curioso bajo mi punto de vista.
No entiendo muy bien porque nos desagradan algunos olores corporales y en cambio nos gustan los ambientadores y colonias, que pueden impedir hasta respirar y pueden hacer que un rico bocadillo de jamón serrano se convierta en un horror.
Esto es lo que viví en mi viaje de vuelta, la mujer del asiento de delante, muy puesta ella, adornada como arbolito de navidad, peinada para boda, y fina como la Preysler, olía tanto a un perfume que no quiero mencionar para no hacerle publicidad, que me impedía respirar e incluso anulaba el sabor de las "juanolas.

Hablando del viaje, fue curioso que pasó casi de todo, si hubiera sido día 28 de diciembre, hubiera pensado que nos estaban gastando una broma.

En mi parada Bilbao termibus que era la primera, después de 10 minutos todos subidos en el autobús, cuando íbamos a salir, una chica se acordó que se había olvidado el bolso y se bajo corriendo a por el.

El la segunda parada Vitoria, el escandalo era mayúsculo, estaba nevando y no tengo ni idea que problemas causaba, pero el ruido me despertó.

En la siguiente parada a recoger gente, Logroño, se subio un padre "enorme" con 3 hijos de unos 10 años y el del medio entró al autobús vomitando por el pasillo.

En la siguiente parada que era para ir al bar, se cayó un hombre por las escaleras, el ruido fue como si explotara un petardo, y el jaleo no sé a que se puede comparar.

Ni comparacion con el viaje de ida, me dormí a los 10 minutos de montar y me desperté 10 minutos antes de llegar...¡Genial!
Me he ido por las ramas, la palabra de hoy, vale también para aromático. Sera que casi siempre va unido lo que huele bien es raro que sepa mal. ¿No?

No hay comentarios: