lunes, 3 de septiembre de 2018

Noche 夜幕



La luna era lo único que hacía que el lugar no diera miedo. El terreno, rodeado de un bosque de pinos, emitía la variedad de ruidos propios del viento, los pequeños animalillos, las aves nocturnas...la sinfonía del bosque, solitario, sin vecinos en unos diez kilómetros a la redonda, era de por sí un poco tenebroso y sabiendo que le habían soltado esa mañana no pudo evitar sentir un escalofrío recorriendo su frágil cuerpo. Solo la luna iluminando desde el cielo los límites de su hacienda parecía decir:
"¡Tranquila, le verás si se atreve a venir!"
Pero no se atrevió, era demasiado lejos para su hermano, todavía sin recuperarse de la operación y sin dinero para el taxi.
¿Había sido demasiado mala?
¡No...seguro que no!

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